La Iglesia Nacional de Scientology de Nueva Zelanda en las laderas del hermoso puerto Waitemata en Auckland está dedicada a ayudar a las misiones espirituales y humanitarias de la religión en todos los países de la costa del Pacífico.
Espiritualidad. Patrimonio. Tradición. Historia. Educación. Aprendizaje.
Estos son los pilares sobre los que descansa la Iglesia Nacional de Scientology en Nueva Zelanda, donde los scientologists locales y de todos los países de la costa del Pacífico se reunieron con amigos y aliados el sábado 21 de enero de 2017, para inaugurar el renacimiento de la segunda Iglesia de Scientology más antigua del mundo.
Con vistas a la ciudad y el magnífico puerto de Waitemata de Auckland, el emblemático e histórico edificio, preservado y restaurado meticulosamente por la Iglesia en cooperación con arquitectos locales y expertos en preservación, es la resurrección de lo que alguna vez fue el hogar de educación espiritual para el clero y eruditos religiosos durante casi medio siglo.
El ladrillo rojo y la piedra oamaru blanca de la fachada, la restauración del delicado acabado del roble en la entrada y la biblioteca, y la preservación de los paneles de madera de pino rojo, así como el suelo de madera de jarrah hacen de este edificio una obra de arte en sí mismo.
La apertura marcó un hito y un renacimiento también para una Iglesia que se fundó hace más de medio siglo. Desde entonces, ha sido testigo de un crecimiento constante que hizo que sus antiguas instalaciones en Nueva Zelanda fueran insuficientes para sus necesidades, dando como resultado un renacimiento que se refleja en el magníficamente restaurado edificio y en la continuación de la tradición de espiritualidad y educación de Scientology.
Este histórico local, establecido en 1844, fue expandido en 1927 para convertirse en el Colegio Teórico Metodista la Trinidad para entrenar a los teólogos cristianos. En su nueva función como centro espiritual para scientologists de toda Nueva Zelanda, vuelve a sus fines originales de fe y espiritualidad bajo los principios de las metas de Scientology: un mundo sin guerra ni necesidad, con un compromiso hacia los objetivos humanitarios.
La guardia maorí, Mereana Peka, quien ofreció la bienvenida a la multitud el día de la inauguración, habló sobre la sabiduría de su gente y una unión con Scientology que ilumina un propósito espiritual común.
“En maorí tenemos un dicho: ‘Ma rongo ka mohio, que significa, si oyes, sabrás; ma mohio ka matou: del conocimiento vendrá la comprensión’ y ‘ma matou ka ora: de la comprensión vendrá la curación’. Para mí, Scientology representa la esencia de esas palabras. Así que desde hoy en adelante podemos comenzar el camino hacia alcanzar nuestro máximo potencial”.
La nueva Iglesia se ha convertido no solo en un centro para la misión espiritual en los países de la costa del Pacífico, sino también en el corazón de sus enérgicos esfuerzos comunitarios antidroga, de derechos humanos y otros proyectos humanitarios.
El Sr. David Miscavige habló en su discurso de inauguración sobre el significado de la inauguración y las oportunidades que brinda a cada neozelandés.
“No consideramos los edificios de la Iglesia como edificios, per se. Más bien, consideramos nuestros edificios como ‘recipientes para la vida’ y la esencia viviente de sus comunidades. Por eso, cuando revivimos a los seres espirituales restaurando sus sentidos propios de la espiritualidad, la Iglesia en sí vuelve a la vida. Así que le agradecemos a Auckland por permitirnos servir como custodios de una Iglesia que es tanto de Nueva Zelanda como nuestra”.
La apertura de la Iglesia representa un espíritu de cooperación comunitaria y un compromiso a través de Scientology que se demostró primeramente al ayudar a preservar el patrimonio del vecindario de Grafton, en Auckland, devolviendo al edificio su antiguo esplendor; cosa que un miembro de la comunidad describió como “honrar un patrimonio ininterrumpido como lugar dedicado a la ilustración y conocimiento espirituales”.
Líderes comunitarios y regionales, así como personas implicadas en las misiones humanitarias apoyadas por la Iglesia hablaron en la inauguración, señalando la importancia de los programas de la Iglesia para el país. Pero el establecimiento de la instalación ahora representa mucho más para una comunidad que ha sido testigo de los programas de derechos humanos, justicia social y antidrogas de la Iglesia, y que ya han cambiado las vidas de personas en Auckland. Esos programas están expandiéndose a través de los esfuerzos combinados de voluntarios y personal que trabajan desde el nuevo hogar de la Iglesia en Nueva Zelanda.
La primera Iglesia de Scientology en Nueva Zelanda abrió sus puertas en 1955, y su crecimiento y expansión en los más de 60 años desde entonces representan un logro de la visión del Fundador L. Ronald Hubbard para la Iglesia y su trabajo dentro de la región.
Franqueza Neozelandesa
Líderes comparten sus puntos de vista sobre los programas humanitarios de la Iglesia y su dedicación al patrimonio de Nueva Zelanda.
Preservando Nuestro Legado
“La Iglesia de Scientology tiene una formidable reputación como preservadores de lugares históricos en ciudades de todo el mundo. Y por eso, Auckland es muy afortunada de que decidierais adoptar un edificio tan significativo como este. Hay edificios históricos que pueden apreciarse en su entorno, pero muy pocos son tan prominentes o tienen tanta presencia como este. De hecho, esta nueva Iglesia puede verse desde muchos puntos de la ciudad. En otras palabras, esta es la definición misma de un edificio emblemático. Y ahora que le habéis devuelto su gloria original, sois los salvadores de una parte de nuestra historia. Por eso, no solo habéis dado un gran ejemplo, sino que le habéis devuelto un monumento muy querido a cada habitante de Auckland”.
Educación que Salva Vidas
“Cuando entré en el sistema por primera vez y vi cómo se trataba a los jóvenes, pensé: ‘Tengo que encontrar algo sobre los derechos humanos’. Porque crecimos con eso, así que tenía que encontrarlo. Pero no podía encontrar a nadie que estuviera haciendo algo sobre este tema. Entonces escuché hablar de la Iglesia de Scientology. Así que conduje por la ciudad para encontraros, y recuerdo que cuando lo hice, os dije: ‘¡Quiero este programa de derechos humanos que realizáis!’. Y ahora, cada niño que entra y sale de nuestro centro tiene el programa de derechos humanos: y eso es gracias a vosotros. Y no hemos salvado solo a un joven, hemos salvado a más de 5000 jóvenes en toda Nueva Zelanda”.
Poniendo Fin a la Tortura Psiquiátrica
“Gracias a vosotros, cerca de 200 víctimas han recibido millones en indemnización por los crueles tratamientos que recibieron o sufrieron. Pero como era de esperar, llevasteis el asunto hasta Naciones Unidas, obligando a la psiquiatría de Nueva Zelanda a enfrentar al Comité de la ONU contra la Tortura. Y todo eso para que ningún psiquiatra pudiera estar por encima de la ley. Como resultado, Nueva Zelanda ha establecido un organismo para supervisar todas las instalaciones psiquiátricas y asegurarse de que esos abusos no vuelvan a suceder jamás. Así que sí, vuestro legado ha cambiado por completo el panorama de la salud mental en este país”.
Rescatando Vidas de las Garras de las Drogas
“Esta nueva Iglesia de Scientology en Auckland es una importante plataforma para la sanación personal dentro de nosotros mismos y en nuestras comunidades. En maorí, tenemos dichos que significan ‘si oyes, sabrás’, ‘del conocimiento vendrá la comprensión’ y ‘de la comprensión vendrá la curación’. Así que aquí estamos. Para mí, Scientology representa la esencia de esas palabras, así que desde hoy en adelante ¡podemos comenzar el camino hacia alcanzar nuestro máximo potencial! Cada miembro de la Iglesia de Scientology con el que he trabajado, está centrado en sanar a nuestro mundo. Creo que los scientologists son el instrumento clave de vuestro movimiento. Con cada uno de vosotros viene la semilla que crecerá creando un mundo mejor. No es fácil expresar mi gratitud a la gente que salva vidas todos los días. Pero sé por experiencia personal que cada uno de vosotros ha ayudado a cambiar esta parte del mundo. Y juntos, con esta Iglesia Ideal, ese cambio llegará a cada comunidad de nuestra nación insular”.